A inicios de 2008, una cliente queria construir una vivienda en Magdalena. Sus exigencias no eran muy diferentes a lo que el promedio de la gente en Lima: una vivienda que, de ser posible, ocupe todo el lote y que haya la opcion de usar los altos de formas independiente como vivienda para los herederos o alquiler. Debo reconocer que el producto me agrado y me demostró que era posible sacarle el jugo al terreno. En experiencias más recientes he participado en obras donde en 40 m2 desarrollaban viviendas aún más eficientes que mi propuesta. Lo más interesante fue diseñar en un reducido lote (solar) que no tenia frentes, pues estaba al final de una quinta (un solar ubicado en el interior de una manzana) y que se comunica con el exterior a través de un pasillo de uso común.
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Segundo Nivel |